26/02/2011
Salida entretenida por la estación de esquí de Porté-Puymorens. Tras algunas semanas esperando que haya nieve para estrenar las raquetas, por fin disfrutamos de un día de nieve completo.
A las 6:00 estamos en el aparcamiento de la UAB, nos encontramos allí David y yo, con Darío y Marc. También nos acompañan unos colegas de Rocs&Pics.
Chino-chano, nos pilla el alba y nos plantamos en el túnel del Cadí (con su consecuente pullazo de casi 12 jeros). A eso de las 10 estamos en el aparcamiento de La Vignole del a estación de Porté-Puymorens, preparando el equipo y los bártulos. El día se presenta bonito, un pelín de viento pero buena temperatura.
Algunos empiezan provocando de buena mañana…
A eso de las 10:30 empezamos el ascenso suave por las pistas inferiores de la estación, sorteando esquiadores aunque las pistas están muy tranquilas. El sol empieza a notarse y a la que la cosa empieza a subir se agradece colocarse a la sombra.
Sobre las 11 y media llegamos a la primera parada, el bar situado al lado del Estanyol (pequeño lago helado). En este punto se acaba «la pista azul» y empieza a aumentar la pendiente… hasta llegar al collado derecho del pico (donde afrontamos la pala hasta la cima)
Empieza el desnivel. Collado y cima (izq) al fondo.
Tras remontar la última pista abierta, bordeando un arrastre, la pendiente empieza a hacerse dura. Tomamos el carril de un arrastre cerrado, que nos llevará hasta el collado, donde descansamos antes del ataque a la pala final (que nos queda a la izquierda)
Una vez en el collado nos reagrupamos y mentalizamos para afrontar la pala que nos queda a la izquierda. Empieza a haber mucha nieve… y más que nos encontraremos. Desde aquí no apreciamos (o no queremos apreciar) la pendiente que nos espera.
Alguno empieza la subida en solitario, y nos va abriendo la huella por la nieve.
Vamos ascendiendo en zig-zag. Cada vez encontramos más nieve y más pendiente, empiezan los «derrapes» lo cual nos hace buscar un pequeño resalte de piedras para cambiar las raquetas por crampones y piolet. Las raquetas y algunas mochilas quedan en este punto, para no cargar tanto peso.
La pendiente empieza a imponer… por lo que hay que apretar los crampones (y el culo :)). Se combinan tramos de nieve casi hasta la cintura, donde casi hay que arrastrarse, con tramos de nieve más dura donde los gemelos empiezan a sufrir. La pendiente en algunos puntos nos hace echar manos al suelo. La sensación de vacío a nuestras espaldas es imponente y excitante a la vez.
Finalmente, tras algún momento de «jindama» alcanzamos un pequeño descanso a los pies de la aresta cimera. Lo malo está pasado, desde aquí se aprecia lo subido.
Una vez aquí, superar la arista final y llegar a la cima. El tiempo aguanta, no hace frío, lo que permite disfrutar del paisaje. Fotos varias y para abajo.
Emprendemos la bajada por la misma ruta de subida, con alguna duda por la pendiente. Vemos que de bajada las cosas no se ven tan negras, total ¿Qué puedes rodar? ¿Un par de cientos de metros? Algunos, ya menos tensos, disfrutan como niños. No obstante, siempre hay que andar con ojo, pues la pendiente sigue siendo muy pronunciada.
Solo falta bajar la pista hasta el aparcamiento, cortando camino por algún fuera pista con raquetas… A eso de las 16.20 estamos en los coches, ropa cambiada y bocata… algunos nos demuestran que no siempre es necesario llevar ropa técnica para la nieve.
Resultado de la jornada, muy buena salida con nievs. No muy difícil, aunque con tramos no aptos para frioleros ni paseantes. La zona queda marcada para posible futuros «tiquets».
#1 por pinsanjo el 3 marzo, 2011 - 8:23
Vaya…. parece que la crónica sale como creada por el amigo rocoloco… aquí vamos a tener conflictos de derechos de autor xD