Vallibierna por embalse de Llauset – 2jun2012

Ruta: Embalse de Llauset – Pico de Vallibierna (3067 m.) – Tuca de Culebras (3062 m.) – Collado de Llauset – Embalse de Llauset.

Fecha: 2jun2012

Primera semana de junio… Por fin empezamos la temporada de tresmiles, tras un largo tiempo matando el gusanillo con carreras y alguna que otra escapada invernal.
Con más o menos el verano planificado, se nos presenta la ocasión de ir a Vallibierna. Se cierra el tema, salimos viernes tarde hasta Llauset, desde donde atacaremos el sábado.

Viernes, 17h: Salimos desde el punto habitual, Carreful Granollers. Mochilas, ropa de invierno, crampones y piolet y material para acampar. Partimos hacia el pueblo de Aneto, y tras pasar un atrancazo de narices causado por un autocar calcinado a la altura del Bruc, avanzamos hacia Tremp – Pont de Suert. Sobre las 21h llegamos a Aneto, donde seguimos la pista «asfaltada», de unos 12km, que nos debe llevar hasta la presa del Embalse de Llauset.

La idea es hacer noche con las tiendas en el mismo embalse, pero nos llevamos una gran sorpresa cuando, a un par de quilometros de la entrada al tunel de la presa, vemos que la primera parte del grupo ha encontrado refugio en una caseta abandonada. Esa caseta realmente es el Refugio de Llauset, bastante destartalado, pero que tras poner un poco de orden y apartar los escombros nos facilita bastante la noche.

 

 

 

 

La noche pasa entre una cena variada sentados en travesaños y una larga charla en el exterior del refugio, donde la temperatura era cojonuda y la luna permitía andar tranquilamente sin frontal.

 

 

 

 

Sábado, 5.15h: Despertador, toca renegar pues la noche se alarga algo más de la cuenta. Recogemos parte de los bártulos y preparamos el equipo. Un buen desayuno, café recién hecho incluido y estamos listos para cargar y acabar la carretera hasta la presa.

 

 

 

 

7.30: Parece que los preparativos (y el desayuno) se han alargado algo más de la cuenta, pero estamos preparados para iniciar la marcha. Ya ha amanecido, y desde la presa se ve claramente la senda que hemos de seguir, bordeando por la derecha el embalse de Llauset hasta su cabacera. Ya desde aquí se presenta la mole del Vallibierna, aunque nos cuesta diferenciar realmente cuál de los picos es realmente nuestro objetivo.

 

 

 

 

 

 

 

La ruta transcurre tranquila, bien marcada hasta el final del embalse, donde se pasa un riachuelo y se pueden ver los restos de un puente metálico que solía servir para cruzarlo. Seguimos adelante, hasta llegar a un poste indicador, donde deberemos girar a la derecha por una loma en dirección Collado de Vallibierna – Ibón de Botornás.

 

 

 

 

 

Aquí empezamos a «calentar», empiezan las toses y los resoplidos. Se acaba la pendiente y pasamos por la orilla izquierda del Ibón de Botornás. Desde este momento vamos avanzando paralelos al riachuelo que alimenta el ibón, sorteando clapas de nieve y alguna zona de bloques grandes de piedra. El sol nos empieza a tocar, y seguimos hasta llegar a otro indicaros, donde hacemos un pequeño (bueno, no tanto) descanso y nos huntamos bien de «cremita». En este indicador tomamos a la izquierda en dirección Vallibierna por Ibón Chelat.

 

 

 

 

 

Tras sobrepasar otra zona de grandes bloques de piedra, empieza una zona de mayor pendiente. Llegamos al Ibón Chelat, a partir de donde la nieve se hace patente (y ya no desaparecerá hasta la cresta). A nuestra derecha, sobre el horizonte se va intuyendo la presencia del gran gigante Aneto. Avanzamos hasta llegar a una zona de pequeñas depresiones, donde van apareciendo varios ibones. Seguimos así, superando varios resaltes hasta el Ibón Negre. Desde aquí, a nuestra derecha se presentan ya completas, unas vistas increibles a todo el sector de los Russell, Margalida, Tempestades y Aneto. También justo delante se nos planta ya la mole del Vallibierna, por donde empezamos a visualizar la ruta de subida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se nos plantean varias rutas. Podemos colocarnos los crampones y seguir el nevero continuo por la izquierda hasta el final de la cresta (azul) o ascender por una zona de pedrera bastante descompuesta y pendiente. Desde aquí, se puede torcer a la derecha hasta la cresta (rojo) o seguir por la pedriza hasta la parte superior de la cresta (negro). Por no colocar crampones elegimos la tercera opción, por lo que progresamos, algo penosamente, por la roca descompuesta hasta la cresta. Una vez aquí, vamos cresteando hasta una zona escarpada, con unas vistas increíbles al macizo del Aneto, ampliando hasta las vistas de la cresta, desde el Aragüells, pasando por Maldito, Pico del Medio, etc… También me vienen recuerdos de momentos buenos (y tensos) en la cresta de Llosás (Argarots) A lo lejos, zona del Perdiguero y cresta de Literola.

 

 

 

 

 

La cresta es bastante cómoda, con tramos horizontales. Sólo una clapa de nieve, algo blanda y con tendencia a desprenderse, en un tramo de la cresta nos hace plantearnos el tema. Por suerte, el resto del grupo viene bien equipado y es experimentado en el tema, por lo que aseguramos el paso y llegamos sin problemas hasta la cima del Vallibierna (3.067m).

 

 

 

 

 

 

 

14h. Ya en la cima, fotos de rigor, con la presencia del famoso Paso del Caballo a nuestra espalda. En este punto, todas las conversaciones y veces que hemos pensado en este paso durante un par de semanas vuelven a nuestra cabeza… La aproximación se hace larga, así como la espera mientras se monta el material para asegurarnos. El paso es una imponente cresta, con una losa plana e inclinada a un lado y un corte vertical al otro. No obstante no presenta dificultad, es muy horizontal y la roca presenta buena adherencia y muchos huecos y fisuras donde asegurar los pies.

 

 

 

 

 

 

 

Adelante, pasamos a horcajadas. Algunos nos damos cuenta de que estamos algo fondones para andar arrastrándonos por las piedras. Pero el paso se hace fácilmente, más complicado por la tensión que nos impone nuestra cabeza que por la dificultad en sí. Algunos paran a hacer la foto de rigor «con los pies colgando»… Cualquiera saca la reflex de la bolsa en esa situación 🙂

 

 

 

 

 

 

 

Llego al final de la cresta, sudando por la excitación del momento más que por el esfuerzo. Fotografío tranquilamente al resto del equipo. Ya estamos todos al final del paso. Ahora toca disfrutar la llegada a la Tuca de Culebras y pensar tranquilamente en la bajada… Pero de pronto, las nubes que han ido acechando desde que hemos llegado a la cresta se ponen «serias»… Un gran trueno nos hace cambiar de idea, y ni foto de grupo en la segunda cima ni discusión sobre por donde emprender el desdenso. A toda prisa seguimos los hitos hasta el vertical destrepe por una zona de eses en terrenos descompuesto y bastante pendiente. Alguna patinada, pero ya estamos tranquilos. Algún otro trueno nos pone firmes. Descendemos corriendo la zona de tartera tras el destrepe, hasta llegar a la zona de nevero bajo el Collado de Llauset. Crampones y a seguir corriendo…

 

 

 

 

 

 

 

 

La bajada se hace larga, con la amenaza de la tormenta sobre nosotros… Llegada triunfal a ritmo de Rage Against the Machine (a lo mercenario peliculero). Llegamos a los coches, y parece que la tregua se acaba… llueve a cántaros… aunque solo 10 minutos…

Otra ascensión, otro día disfrutado al máximo, dos tresmiles conseguidos y uno de los pasos más conocidos superado… Podemos volver contentos.